Camilla Parker Bowles ha tomado la decisión de excluir a Kate Middleton y al príncipe Guillermo de su testamento, priorizando a su familia biológica sobre la familia real.
Esta medida ha generado tensiones significativas dentro de la familia real británica y ha sacado a la luz las profundas divisiones que existen entre ella y los príncipes de Gales.
Aunque la decisión no afectará de manera significativa la fortuna de los príncipes, sí tendrá un impacto negativo en su imagen pública, especialmente al ser percibida como un acto que refleja una enemistad abierta entre Camilla y los miembros más jóvenes de la familia real.
La rivalidad entre Camilla y los príncipes ha sido evidente a lo largo de los años, con constantes intercambios de ataques públicos y disputas internas que parecen haberse intensificado en los últimos tiempos.
Carlos III, quien se encuentra en una posición delicada, ha expresado su descontento con esta medida, que solo agudiza las tensiones dentro de la familia.
La decisión de Camilla de dejar su fortuna a su familia biológica, mientras excluye a los Windsor, marca un cambio significativo en la dinámica de la herencia real.
Este acto ha sido interpretado como una señal de su creciente alejamiento de la familia real y de la consolidación de su propio círculo cercano, lo que solo añade complejidad a la ya frágil unidad familiar dentro de la monarquía británica.