Según *In Touch*, se ha aconsejado fervientemente a la Princesa Eugenia que se distancie de los Sussex, ya que la familia real enfrenta su propia crisis de relaciones públicas, en gran parte debido a las últimas acciones de Meghan Markle y el Príncipe Harry.

Las nuevas amistades de Eugenia parecen estar acompañadas de una dosis de cautela real, y los rumores que la instan a mantenerse alejada son cada vez más insistentes. El artículo afirma que Eugenia está fortaleciendo su relación con Meghan mientras planean encuentros acogedores en Portugal.

Aunque esto podría sonar lo suficientemente inocente, se han encendido alarmas entre los miembros de la realeza más veteranos, advirtiendo a Eugenia que podría ser simplemente una pieza en el elaborado juego de los Sussex para reinsertarse en el seno real. Un informante revela detalles sobre la reciente adquisición de una lujosa propiedad de 8 millones de dólares cerca de Lisboa por parte de Harry y Meghan, convenientemente ubicada no lejos del refugio veraniego de Eugenia.

Primero, aclaremos: el Rey Carlos no desalojó a Harry y Meghan de Frogmore Cottage; ellos dejaron la propiedad voluntariamente. La pareja ni siquiera había puesto un pie en la cabaña desde finales de 2019, así que no es como si estuvieran viajando entre su opulenta mansión en California y una humilde cabaña en el Reino Unido.

No son precisamente los inquilinos más comprometidos del mundo. Y en cuanto a esa mansión de 30 millones de dólares, podría ser comparada con un Olive Garden glorificado en comparación con la grandeza de las propiedades reales.

La trama se complica al enterarnos de que Eugenia está siendo advertida para mantener su distancia de los Sussex. Según la fuente, la familia real presiona a Eugenia para que evite ser utilizada como un peón en este juego de ajedrez real cada vez más patético. Pero espera, hay más.

El artículo continúa afirmando que la Princesa Catalina, la futura reina, ha estado actuando como una cuñada solidaria, instando a su esposo, Guillermo, a abrazar este momento de unidad familiar. Catalina es demasiado astuta para caer en la ofensiva de los Sussex; sabe que ella es la abeja reina, mientras que Meghan es meramente una aspirante que claramente siente el escozor del rechazo real. Si hay algún sentimiento de amor y familia siendo promovido, proviene del Campamento Catalina, que parece estar señalizando su camino de regreso a las buenas gracias reales.

Es un caso clásico de “mírenme, soy buena ahora”. Honestamente, es como ver un reality show donde el personaje principal trata desesperadamente de redimirse mientras todos los demás levantan los ojos al cielo. Luego está la noción de que Meghan está intentando reclutar a Eugenia en una gran alianza de actos llamativos.

Un comentarista sugiere que Meghan podría estar intentando extraer secretos reales de Eugenia, lo cual no es una teoría completamente descabellada, dado el estilo de Meghan de convertir reuniones familiares en sus eventos de relaciones públicas personales. Después de todo, todos recordamos cómo las acciones de Meghan en el funeral de la Reina desviaron la atención hacia ella y Harry.

Eugenia debe estar sacudiendo la cabeza ante la idea de verse envuelta en este melodrama. Y hablemos de esa absurda afirmación sobre la propiedad de 8 millones de dólares en Portugal: ¿a quién estamos engañando aquí? Suena tan creíble como un billete de tres dólares.

Las supuestas nuevas instalaciones de Meghan y Harry parecen más un producto de su estrategia de relaciones públicas delirante que una inversión legítima. Mientras tanto, la Mansión Monito parece tan deseable como un viaje al dentista; no hay compradores a la vista.

En resumen, está claro que Eugenia no quiere formar parte de este circo. ¿Por qué lo haría? Los Sussex no son solo tóxicos; son un desastre ambiental a gran escala.

La mejor estrategia de Eugenia es mantener su distancia y disfrutar de un verano libre de la sombra de los Sussex. Mientras Meghan podría estar tratando de agitar las cosas y crear algo de drama, la familia real ya no está participando en su juego.