El nacimiento de Archie Harrison, hijo del Príncipe Harry y Meghan Markle, ha sido tema de controversia en los medios británicos, especialmente en el *Daily Mail*. Según la historia oficial, la pareja habría salido del hospital en tan solo dos horas tras el nacimiento, un dato que ha generado escepticismo entre la comunidad médica y el público, ya que este tiempo es inusualmente corto para un alta postparto, incluso para figuras públicas.

Además, en su autobiografía, Harry menciona el uso de gas de la risa durante el parto, lo que ha añadido un tono surrealista al relato de la experiencia y ha despertado aún más dudas sobre la veracidad de los detalles compartidos. La publicación del comunicado de prensa sobre el nacimiento, que ocurrió casi inmediatamente después de su regreso a Frogmore Cottage, también ha sido vista como una sincronización demasiado conveniente, alimentando así especulaciones sobre lo que realmente sucedió.
Los comentarios de los lectores del *Daily Mail* reflejan un escepticismo considerable. Algunos han planteado la teoría de que podría haberse recurrido a una madre sustituta, lo que pone en duda la narrativa oficial de los Sussex. Esta controversia es parte de una serie de cuestionamientos y teorías sobre la vida de la pareja, cuyas decisiones y declaraciones suelen ser objeto de escrutinio.
Las especulaciones alrededor del nacimiento de Archie subrayan la complejidad y desconfianza que rodea a la historia de Harry y Meghan. La falta de claridad en los detalles alimenta el escepticismo público, dejando abiertas varias preguntas sobre la historia familiar de los Sussex.