El príncipe Harry lloró mientras contaba la historia que lo hizo sentirse humillado: la actitud de la familia real confirmó su decisión de irse.
El príncipe Harry, duque de Sussex, se encontró “llorando” y “furioso” después de ser desalojado de Frogmore Cottage, un movimiento que lo dejó sintiéndose humillado y traicionado por su familia. El desalojo, que siguió a la publicación de su explosivo libro de memorias ‘Spare’, fue visto por muchos como un acto vengativo por parte de su padre, el rey Carlos III. Este doloroso episodio solidificó aún más la creencia de Harry de que dejar la familia real era la elección correcta para él y Meghan Markle.
En marzo de 2023, se supo que el rey Carlos había solicitado que Harry y Meghan desocuparan Frogmore Cottage, una residencia que les fue otorgada por la reina Isabel II. El momento del desalojo, que ocurrió poco después del lanzamiento de ‘Spare’, fue ampliamente interpretado como una respuesta directa a las revelaciones y críticas contenidas en las memorias. El relato profundamente personal de Harry sobre su vida dentro de la familia real ya había causado tensiones significativas, y el desalojo se sintió como el golpe final.
Una fuente informó a The Standard: “Los Sussex ya no están alquilando Frogmore Cottage. Ese privilegio ha sido retirado”. Esta tajante declaración subrayó la finalización de la situación, dejando a Harry y Meghan sin un lugar al cual llamar hogar en el Reino Unido. La fuente agregó además: “Se acabó para ellos en el Reino Unido. Si quieren una residencia en el Reino Unido, tendrán que comprar una de manera privada”. Este desarrollo marcó un cambio significativo en la relación de la pareja con la familia real y su conexión con el Reino Unido.
El impacto emocional del desalojo en el príncipe Harry fue profundo. Un experto en la realeza afirmó que Harry estaba “absolutamente furioso y llorando” al enterarse de la decisión de su padre. Esta respuesta emocional destaca el profundo sentido de traición y dolor que sintió. Para Harry, Frogmore Cottage era más que una casa; era un símbolo de su conexión con la familia y el país al que había servido lealmente durante años. Ser obligado a dejarla se sintió como un ataque personal, diseñado para humillarlo y aislarlo.
Este evento ha sumado a la compleja narrativa de la relación de Harry con la familia real. En sus memorias, Harry compartió sinceramente sus luchas con la vida real, sus batallas con la salud mental y su deseo de una existencia más independiente. El desalojo de Frogmore Cottage parecía ser una respuesta vengativa a su franqueza, lo que tensó aún más su ya frágil relación con su familia.
La decisión de dejar la familia real y trasladarse a los Estados Unidos no se tomó a la ligera. Fue impulsada por el deseo de autonomía, seguridad y un ambiente más saludable para sus hijos. El desalojo de Frogmore Cottage solo reforzó la creencia de la pareja de que habían tomado la decisión correcta. La reacción entre lágrimas de Harry ante el desalojo subrayó el costo emocional que su salida de la realeza había tenido sobre él.
En conclusión, el desalojo del príncipe Harry de Frogmore Cottage fue un capítulo significativo y doloroso en su camino fuera de la familia real. El peso emocional y simbólico de este evento confirmó a Harry que dejar la vida real fue la decisión correcta. La actitud de la familia real, tal como la percibía Harry, lo hizo sentirse humillado y lo empujó aún más hacia la búsqueda de una nueva vida de independencia y autodeterminación